sábado, 2 de marzo de 2013

Dulban Tulips pasó por Aalsmeer Market

El último viernes de Septiembre de 2012 tuvimos la gratísima experiencia de visitar Aalsmeer Market en Holanda, la mayor subasta de flores del mundo.
Aalsmeer Market mueve por día 16 millones de euros en operaciones. Además 48 millones de unidades entre flores y plantas.
Según el libro Guiness de los Récords, la subasta de Aalsmeer es el mayor edificio comercial del mundo. Cuenta con un millón de metros cuadrados.
En nuestro caso, llegamos a los Países Bajos provenientes de Londres en un vuelo muy tranquilo de Easy Jet. 

Nos alojamos en la zona de Bloemgracht, una ubicación muy privilegiada para organizar nuestra visita a este afamado mercado de flores.

El día "D" madrugamos para llegar lo antes posible a Aalsmeer ya que el mercado funciona de 7:30 a 11:00hs. para sus visitantes. Tomamos en las afueras de la Estación Central de Amsterdam, frente al Hotel Victoria, el bus de la línea 172 para que luego de un poco más de media hora nos depositara en la entrada misma del lugar.
Se paga una entrada de €5 por persona que son totalmente compensados por esta atracción. 
Arriba del piso principal en el mercado, hay una pasarela para los visitantes que permite observar las transacciones que se realizan durante la subasta de flores. Debajo se ven miles de vagones cargados con cubetas de todas las flores imaginables (13.000 clases, se estiman). Los vagones están encadenados a vehículos motorizados para que los trabajadores puedan tirar de ellos rápidamente y llevarlos de un lugar a otro.




Las salas de subastas se ven a través de grandes ventanales con detalles que asombran. Los compradores de flores se ubican en filas de asientos como si se tratar de un auditorio. Las ofertas se hacen electrónicamente a medida que las flores se llevan al frente de la sala en los vagones. Todo esto constituyen un espectáculo llamativamente silencioso. Un detalle para destacar es que casi todos los compradores de flores de Aalsmeer son hombres.

Terminando, el recorrido termina en una tienda de souvenirs donde es posible adquirir diferentes productos pensado para llevar la experiencia Aalsmeer a todos los puntos del mundo.
Cerca del mediodía y con una enorme satisfacción volvimos al corazón de Amsterdam para seguir disfrutando de esta encantadora capital europea.
Para nosotros que producimos tulipanes en una escala reducida esta experiencia no hizo otra cosa que inspirarnos para seguir trabajando con entusiasmo y poder lograr productos de calidad.
Esperamos seguir conociendo lugares tan atrapantes.

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